En esta oportunidad, compartiremos relatos de la profesora de Academia Inpact, Andrea Castro Dussert, entregados a la Revista Digital ICIMAG (www.icimag.cl) con casos prácticos de cómo personas han podido solucionar aspectos de su vida gracias a una terapia con hipnosis. Más adelante, seguiremos compartiendo con ustedes más casos de éxito en terapia.
Caso de éxito:
Un caso curioso fue el de un paciente, hombre, 56 años, casado, tres hijos (uno en el colegio, dos en la universidad), conservador, comerciante, amante de la buena mesa y buen amigo de sus amigos. Así se presentó. Pero desde algunos años, los cambios de actividad laboral lo habían ubicado en una posición compleja, donde debía compatibilizar las responsabilidades de su vida familiar con un nuevo emprendimiento comercial, lo que le causaba un fuerte estrés continuo, resultando en cefaleas, frecuencias cardíacas irregulares y mareos esporádicos. Su relación de pareja también se veía afectada. Consultó con médicos especialistas y, en ese momento, empezó a trabajar de manera regular con un médico psiquiatra, quien le diagnosticó depresión. Su médico psiquiatra recomendó que trabajara conmigo para apoyarlo con este tratamiento de manera complementaria. En la primera sesión trabajamos con herramientas destinadas a aplacar los signos y síntomas de la depresión para disminuir la dependencia a los fármacos. Ambos acordamos que lo trabajado estaba orientado a mejorar la calidad de vida, pero no el origen mismo de la depresión, y que ésta podría, eventualmente, manifestarse nuevamente, en algún otro momento. Los resultados fueron óptimos y llegó a la semana siguiente con más tranquilidad y autocontrol.
En la segunda sesión, el paciente comienza a manifestar el real motivo que determina tal depresión: necesitaba liberarse de algo que lo aquejaba y que no se permitía descubrir, menos confesar, debido a sus creencias religiosas, sociales y culturales. Descubrió que tenía dependencia emocional de su socio y que estaba enamorado de él.
Las dos sesiones siguientes estuvieron enfocadas en cómo ordenar su vida, de modo tal que pudiese liberarse de las tensiones aceptando su realidad, calibrando sus decisiones para que éstas fuesen lo más ecológicas posibles, tanto para él como para las personas que lo rodean.
Después de unos meses, volvió. Me dio gusto saber que había reordenado su vida, tomando decisiones orientadas a mantenerlo feliz.