La terapia de Milton Erickson se destacó por crear su propia estrategia de acción, le dio relevancia a la metáfora y al lenguaje no verbal. Para él, la hipnosis consistía en aprender a observar al otro y a comprender su visión del mundo. Centraba su atención en el presente-futuro y en el lado positivo, más que el negativo, para producir insight en el paciente.

 

Jay Haley, en la Revista de Psicoterapia, escribe sobre “Típicamente Erickson”, donde desarrolla historias que hablan sobre la terapia de Milton Erickson. Aquí compartimos con ustedes una de ellas.

Pies grandes:

Una madre acudió a Erickson y le dijo que su hija adolescente se había retirado del mundo y que no podía dejar la casa ni ir a la escuela ni a ningún sitio. Tenía la idea de que sus pies eran demasiado grandes y que no debía mostrarlos en ningún lugar. En aquella época, un terapeuta estaba incapacitado por la regla de que solamente deben verse los clientes en la consulta. Algo típico de Erickson era que siempre hacía lo que tenía que hacer dentro de los límites de su fortaleza. Acudió a la casa por dos razones obvias: una, que la chica no iría a su despacho, y dos, Erickson quería ver el tamaño de sus pies. Erickson observó que los pies de la niña eran de un tamaño normal. Usó la excusa de que su madre no se encontraba bien y que como médico le hacía una visita a domicilio. Examinó a la madre y entonces le pidió a la hija que le ayudase estando detrás de él sosteniendo toallas, o cualquier cosa que pudiese necesitar, hasta que la niña estaba justo detrás de él, y dando un paso hacia atrás la pisó tan fuerte como pudo, hasta que la niña gritó de dolor. Erickson se giró y le dijo agriamente “si tus pies fueran lo suficientemente grandes como para que un hombre pudiera verlos, no te hubiera pisado”. Continuó examinando a la madre mientras la hija parecía pensativa. Más tarde, la madre le llamó a Erickson y le dijo que su hija le había preguntado si podía salir a ver una película y posteriormente salió. Al día siguiente fue al colegio. El problema estaba superado.

Como ven, establecer contacto con el paciente en su propio terreno formaba parte del modelo terapéutico de Erickson. Más allá del lugar físico, veía la forma de entrar en contacto con el paciente y así conectar con él. Y en esto, era fundamental que las personas se dieran cuenta de su propia capacidad para modificar su manera de pensar.