Algunos patrones de conducta se heredan y se traspasan de generación en generación en nuestro inconsciente, así lo describe Carl Gustav Jung, psicólogo y médico psiquiatra suizo. Su estudio sobre la psique humana lo llevó a desarrollar aportes en el concepto de arquetipo; uno de ellos es “la Sombra”, donde el “yo consciente” no lo reconoce como propio, lo que algunos llaman la historia detrás de la historia.

 

La teoría junguiana de “la Sombra” se refiere al lado oscuro del “yo”, a nuestra parte negativa o diabólica. De acuerdo a la psicología de C. G. Jung, “la Sombra” está constituida por el conjunto de frustraciones, experiencias vergonzosas, dolorosas, temores inseguridades, rencor, agresividad que se aloja en el inconsciente del ser humano, y cuando la persona no puede asumir estas características en sí mismo, las atribuye a los demás, aunque lo que hace de forma inconsciente es proyectarla en los demás, es decir, actúa como espejo de nuestros propios defectos.

La Sombra se describe como una fuerte energía que puede causar efectos destructivos en las relaciones humanas, cuya aceptación es clave para la sanación, centrada especialmente en la manera en que aquello destructivo se puede transformar en algo constructivo.

Los símbolos en “la Sombra” incluyen la serpiente (como en el Jardín del Edén), el dragón, los monstruos y los demonios.

En hipnosis, entender esto y saber trabajar con “la Sombra”, sus símbolos, y su energía, es vital para el proceso de sanación.